REFLEXIONES SOBRE EDUCACIÓN por Ernesto

martes, marzo 29, 2011

Programa de la 2 sobre TDAH


lunes, enero 31, 2011

Como lograr una autoridad positiva de padres y madres



jueves, diciembre 23, 2010

Como poner normas y límites a los adolescentes

Puertos Deportivos España

Como poner normas y límites a los adolescentes

La disciplina sigue siendo tan importante en la educación de un adolescente como durante el resto de la infancia. La diferencia es que conforme se van haciendo cada vez mayores, los adolescentes cuestionan cada vez más las normas y límites que sus padres les imponen. Sin embargo la disciplina es una herramienta básica en la formación de una persona responsable y estable, así que es muy importante tener unas normas y límites bien definidos y exigir que todos los respeten.

adolescentesAyudarles a expresar sus sentimientos. Si un hijo adolescente le pega a un hermano menor, es importante preguntarle porqué lo ha hecho, y pensar en otras formas de desahogar su enfado
adolescenciaExpresar reconocimiento cuando su hijo adolescente logra comportarse como es debido. Si llega a casa a la hora acordada por ejemplo, darle las gracias. Si obtiene buenas notas en la escuela, darle la enhorabuena
adolescenciaPermitir que participe tu adolescente cuando se fijen normas nuevas. Esto no solo será una forma de enseñarle el arte de la negociación (algo que le servirá durante toda su vida), sino que le implicará de tal forma que se sentirá más obligado a cumplir con las reglas. Además, si nota que no eres intransigente y estás dispuesto a escuchar su opinión, aprenderá a hacer lo mismo.
adolescenciaDar ejemplo. Si un padre o una madre le grita a su hijo adolescente, está enseñandole indirectamente que es una opción válida en caso de desacuerdo, en vez de enseñarle negociar o debatir. En vez de gritar, pare y cuente hasta diez antes de hablar y enseñarle a tu hijo a discutir de forma sosegada e inteligente. Los gritos solamente alejarán más a su adolescente.
adolescentesDarle alguna margen de decisión en el momento de organizar las tareas que debe realizar. Sentarse con su hijo, papel y lapiz, explicarle todas las tareas domésticas, y decidir conjuntamente cuáles serán su responsabilidad
adolescenciaSer siempre justos. Los padres somos humanos, y a veces nos exasperamos y imponemos una regla nueva o un castigo porque estamos cansados o hartos. Hay que evitar esta situación, pensarlo muy bien antes de introducir nuevas reglas o cambiar una existente, y explicar de forma sosegada el motivo a tu adolescente.
adolescenciaSer muy consistentes y firmes. Por ejemplo, si la norma es hacer los deberes antes de jugar a la playstation, es importante ser inflexible y no cambiarlo nunca, incluso si tu adolescente llega a casa con amigos. Cuando tu adolescente aprende que no vas a ceder, dejará de insistir (aunque esto puede tardar años y supone uno de los aspectos más agotadores de ser padres de adolescentes). Si cedes, tu adolescente cuestionará no solo esta norma repetidas veces, sino otras también.
adolescenciaSer fiel a tus principios. Probablemente has escuchado muchas veces estos típicos reproches de hijos adolescentes: "Siempre soy la primera que se tiene que ir a casa"; "Pues los padres de Pedro le dejan hacerlo"; "Los padres de Marta la dejan hasta las 12.00...". Y es fácil tener la tentación de ceder. Pero todos tenemos nuestros propios valores, y es importante que nuestros hijos adolescentes aprendan a respetar los nuestros. Explícales que todos somos distintos, y cuando protestan y dicen que ojalá su familie fuese distinta, respira hondo y recuerda que esta es una reacción típica en los adolescentes y realmente no piensan así. Simplemente forma parte de la adolescencia cuestionar el sistema que les sigue controlando e intentar mover los límites.

Educación a tiempo

*La siquiatra Isabel Cuadros señala que la disciplina es el resultado de la atención y el interés que se le dé al niño. Ella recomienda los siguientes factores:

*Evite cambiar las normas que se han establecido con anterioridad, porque esto promueve el desorden.

*Mantenga las reglas implantadas. Los adultos son la autoridad.

*Todos los mayores de la familia deben ejercer el control permanente, con el fin de mantener la disciplina.

*Nunca maltrate. Prefiera el diálogo con sus hijos.

*Si su pequeño se inclina por una actividad artística o deportiva, apóyelo, pero no lo obligue, la opinión de ellos también cuenta.

Ventajas de educar con disciplina

*Desarrollo sicosocial apropiado.

*Los niños se adaptan a la adversidad, toleran la frustración y desarrollan habilidades sociales adecuadas.

*Están entrenados para reconocer las dificultades de los demás y poder dar una respuesta óptima.

*Son niños con menor riesgo de trastornos emocionales y de ansiedad.

*Son menores con más confianza y seguridad.

*Organizan su tiempo y le dan prioridad a lo verdaderamente importante.

*Se fijan metas, y luchan hasta conseguirlas.

*Son responsables en su estudio y trabajo.

*Tienen menos riesgo de llegar al consumo de las drogas, el alcohol y otros vicios.

*El pequeño adquiere compromiso con sus tareas diarias.

*El menor tiene el carácter para distinguir entre lo bueno y lo malo.


“No me molestes mamá, estoy aprendiendo”

DEL BLOG http://profeblog.es/blog/luismiglesias/


“No me molestes mamá, estoy aprendiendo”

Éste es el sugerente título del programa de Redes que se emitió el pasado domingo enla 2 de TVE, cuyo vídeo os dejo a continuación.


Fuente: www.redesparalaciencia.com




El fragmento que acompaña al vídeo en la página de Redes es el siguiente:

“Que la educación necesita una revolución nadie lo duda. Las innovaciones que vivirá el mundo educativo acabarán desmontando todo el sistema que hoy en día forma a los ciudadanos en las escuelas e institutos. En este proceso, la tecnología, las redes sociales o los videojuegos tendrán seguramente un papel importante, serán herramientas valiosas para transmitir nuevas habilidades a los jóvenes, las que verdaderamente necesitan para llegar a la vida laboral y desenvolverse socialmente en entornos cambiantes. Hoy, Eduard Punset entrevista en Redes a Marc Prensky, un experto en la educación del futuro, un hombre rompedor y creativo en la empresa de reformar las aulas y los sistemas educativos actuales.”









También, dejo, el enlace al fichero que contiene la entrevista completa del brillantísimo Eduard Punset a Marc Prensky, escritor y consultor, especialista en videojuegos y aprendizaje.

Se podrá estar más de acuerdo o menos con este especialista, pero de lo que estoy seguro es que su teoría da para pensar, reflexionar y debatir largo y tendido.

¡Que lo disfrutéis!

miércoles, diciembre 22, 2010

Cuando se comparte la comida, queda la mitad de la

comida.

Cuando se comparte el dinero, queda la mitad del dinero.

Cuando se comparte el conocimiento, queda el doble.

sábado, diciembre 11, 2010

10 Lecciones para construir una familia fuerte, dentro de la educación continua de la familia.


  1. Como estudiar, analizar y practicar los padres, las virtudes y valores humanos hasta convertirlos en hábitos. Empezando por la: Fe, la esperanza, la caridad, la fortaleza, la justicia, la prudencia, la templanza, la generosidad, la honestidad, la honradez, la paciencia, la puntualidad, la tolerancia, la austeridad, etc.
  2. Cómo enseñar los padres a los hijos, primeramente con el ejemplo, el conocimiento y la práctica de las virtudes y valores humanos, en función de cada una de sus edades y circunstancias.
  3. Cómo prevenir a los hijos, ante los graves problemas externos de las drogas, falta de pudor y abstinencia, abortos, bullyng, sexting, pandillas, amistades tóxicas, responsabilidad en los estudios, etc.
  4. Cómo mantener buenas relaciones con el cónyuge, soportadas en el amor, el diálogo y en la educación, para tener matrimonios felices y duraderos, vigilando la llegada de las banderas rojas, que anuncian los divorcios. Matrimonios de alto riesgo. 17 banderas rojas que deben corregirse para evitar el divorcio
  5. Cómo tratar bien a los abuelos y otros familiares, para que sirva de ejemplo a los hijos, para el futuro, fomentando, respetando, vigilando y haciendo cumplir sus derechos adquiridos.
  6. Cómo elegir el mejor centro de enseñanza y mantener buenas relaciones con los maestros, sacerdotes y sociedad, en beneficio de la educación personal, académica y religiosa de los hijos, para conseguir el mejor aprovechamiento de los estudios y formación de los hijos. Estudiando las ventajas e inconvenientes del cheque escolar o voucher, homeschooling, prestamos estudiantiles, escuelas mixtas o separadas por sexos, etc.
  7. Cómo informarse bien, para aprovechar las ventajas y prevenir los posibles peligros de algunos medios de comunicación o entretenimiento modernos, como el Internet, la televisión, los teléfonos, otras pantallas digitales, etc.
  8. Cómo preparar y hacer el seguimiento del presupuesto familiar de ingresos, gastos y ahorros a plazo corto, medio y largo. Y compartirlo con los hijos, dependiendo de sus edades.
  9. Cómo estudiar la forma de alimentar bien, a todos los miembros de la familia, de forma sana, económica, práctica, apetecible y nutritiva, intentando evitar despilfarros y las enfermedades que conllevan la mala alimentación en función de las tablas y pirámides de nutrición.
  10. Cómo administrar bien el tiempo de la familia, fomentando la calidad del dedicado a la educación religiosa, escolar y social, así como el dedicado a la familia, diversión, descanso, formación física, voluntariado, etc.

Los valores se construyen y se transmiten en la familia


Es difícil ubicarnos cuando estamos siendo enrollados por un mundo contemporáneo que trae consigo toda la oferta del materialismo y el espectáculo, nos volvemos creadores de necesidades superficiales y materiales innecesarias. Hemos olvidado conceptos básicos como valores humanos, familia, sociedad y dejamos o delegamos a terceras personas la labor de construirlo.

Ahora bien recordemos, la familia es la primera sociedad natural y dentro de ella se aprenden las actitudes básicas que después se vivirán en la sociedad. Es una pena que dejemos romper algo como es la familia. Estamos creando una sociedad muy débil, que por lo más mínimo se rinde y se frustra. Necesitamos una sociedad fuerte y para eso, hacen falta valores. Valores que la familia tiene la responsabilidad de inculcar, porque es básico en las relaciones y en la convivencia. Después de todo, la familia unida es el primer y mejor ministerio de sanidad, educación y bienestar. Es cierto que es una tarea agotadora, pero vale la pena echar ese peso sobre las familias para defender un mundo habitable.

No podemos desentendernos en la labor como padres de familia, no podemos soltar la rienda y dejar que el centro educativo se encargue de toda la labor educativa, ellos serán una mancuerna en la parte académica más no son responsables en la parte moral, eso es tarea de cada familia. Inculcar valores que construyan adultos con ética para el futuro.

Si queremos que nuestra sociedad sea justa y nos de gobernantes éticos, jóvenes productivos, matrimonios unidos, etc. debemos fomentar y cultivar los valores en el hogar. Si quieres cambiar un país o una cultura comienza entonces por hacer tu parte en tu núcleo familiar, que con ejemplo podrás hacerte notar y te destacarás por las bases que has puesto para formar tu vida familiar.


HABLAR DE SEXO CON TU HIJO


Es conveniente hablar de sexo con tu hijo desde el momento en que él empiece a conocer su cuerpo

Más tarde o más temprano tu hijo empezará a hacer preguntas sobre sexo. Algunos padres más modernos creen que cuando llegue el momento la discusión sobre el tema será fácil, que todo será una cuestión de ponerse a hablar. Todo parece muy fácil, pero cuando llegue la hora de la charla, seguramente en la mayoría de los casos, parecerá más complicado, tratándose de niños. ¿Si existe algún truco? Pues sí. El truco estar en mantenerse firme, jamás inventar o mentir, no evadirse de la pregunta, y no contestar más de lo que tu hijo pregunte. Lo ideal es hablarle de sexo en cuentagotas, es decir, a la medida de su curiosidad según la edad que tenga.

Es conveniente hablar de sexo con tu hijo desde el momento en que él empiece a conocer su cuerpo y a nombrarlo. Para los niños es muy importante que cada parte de su cuerpo tenga un nombre y no un "apodo". Si se habla de cabeza es cabeza, de mano es mano, de pene es pene, de nalga es nalga y así siempre. Evita darles otros nombres para que el niño no se sienta confundido. Otra ventaja de charlar con los hijos sobre sexo es aumentar la intimidad y la afectividad entre ambos, abrir caminos para que se pueda discutir en casa sobre todo y dar al niño la seguridad de que piense que "voy a preguntar a papá y a mamá porque ellos siempre me contestan".

Las preguntas de los niños sobre el sexo

Las preguntas que los niños más hacen a los padres y algunas sugerencias de respuestas:

¿Por qué soy distinto a mí hermanita?
A partir de los dos años, y en algunos casos hasta antes, los niños y niñas notarán sus diferencias al buscar conocer sus propios cuerpos. En este caso, lo mejor es decirle que un niño es distinto de una niña y que él no se preocupe porque todos los hombres son distintos de las mujeres. Para un niño pequeño esta respuesta es suficiente.
¿De donde nací yo?
Esta es una pregunta que suelen hacer los niños a partir de los cuatro años de edad. Los niños saben que las frutas vienen del mercado, que las galletas vienen del supermercado, y los juguetes de las tiendas, y por eso quieren saber de donde han venido. En este caso, limítese a decir que él vino de los papás.
¿Por qué los niños hacen pis de pie y las niñas sentadas?
Es lo mismo que preguntar el por qué los niños cambian el pañal por los calzoncillos y las niñas por las braguitas. No hay mucho qué explicar. Explique el concepto de la diferencia. Que los niños y las niñas son distintos físicamente y que también se difieren en la forma de vestir. Las niñas llevan vestido, y los niños llevan más pantalones, entre otras cosas.
¿Cómo salí de dentro de su barriga?
Dependiendo de la edad que tenga el niño, la respuesta debe ser dada de una forma más o menos clara. Si el niño es muy pequeño, limítese a decir que él salió de la barriga y nada más. Pero si con eso el niño no se siente satisfecho y notas que puede entender porque ya es un poco mayor, dile que él salió por uno de los tres agujeritos que tienen las mujeres. Uno es para salir la caquita, el otro para orinar, y el otro para salir el bebé. Con eso, seguramente, el niño se sentirá satisfecho y no te preguntará nada más.

Más importante qué responder a su hijo cuando surjan las preguntas sobre la sexualidad, es la actitud que tendrás al contestarlas. El tono de la voz, la seguridad en las informaciones, el hecho de estar o no tranquilos, todo eso es captado por el niño en forma de información.

Cómo hablar de drogas a los niños


Cómo hablar de drogas a los niños

porDr. Eduardo Hernández
Pediatra y Psicoterapeuta Conductual Infantil

Muchos padres dudan que sea adecuado hablar con sus hijos del tema del alcohol y otras drogas. Otros piensan que no es posible que sus hijos tengan relación con sustancias ilegales. Y otros, finalmente, retrasan el tema porque no saben lo que decir ni como hacerlo, o porque tienen miedo de introducir esas ideas en la mente de sus hijos.

No espere hasta el momento en que piense que su hijo tiene un problema. Muchos jóvenes que asisten a los programas de tratamiento cuentan que tomaron alcohol y otras drogas durante dos años sin que sus padres se dieran cuenta. Empiece ahora a hablarles del tema del alcohol y otras drogas y mantenga abierta las líneas de comunicación.

Esta es una información básica que Ud. debe conocer para iniciar el tema de las drogas.

Droga: es cualquier sustancia natural o química que al ser introducida a nuestro organismo produce cambios físicos, emocionales o mentales en él.

Hay que hacer una distinción entre la adicción física o dependencia física y la dependencia psicológica. Una adicción física a una droga es un hábito formado físicamente por el que el cuerpo crea una necesidad física de una droga, de forma que su ausencia repentina da lugar a síntomas de abstinencia. La dependencia psicológica es el desarrollo de una necesidad psicológica persistente, algunas veces dominantes, de una droga que origina una compulsión por tomarla.

Las drogas de las que se suele abusar más se pueden agrupar en varias categorías: narcóticos, estimulantes, depresores, alucinógenos, marihuana e inhalantes. El alcohol y la nicotina(tabaco) también son drogas pero lícitas.

¿Cuáles son los factores de riesgo para el consumo de drogas?

La iniciación en la drogadicción es consecuencia de la interacción compleja de diferentes factores. Influyen tanto características cognitivas, del desarrollo y rasgos de personalidad o temperamento individual, como factores familiares, sociales y culturales. Las influencias más tempranas hacia el consumo del tabaco, alcohol u otras drogas provienen del medio familiar. Se han identificado como factores de riesgo para la drogadicción las situaciones de rechazo de los padres hacia el niño o el adolescente, el exceso o el déficit de control parental y los divorcios conflictivos. Lo mismo ocurre en familias disfuncionales con antecedentes de abuso. Un niño o adolescente con una escasa autoestima, un bajo rendimiento escolar, falta de expectativas e ideales, también se encuentra en una situación de riesgo aumentado.

Ciertas alteraciones de la conducta manifestadas en los años preescolares progresan en la adolescencia hacia síntomas más severos como el robo, la conducta agresiva o el abuso de drogas. Las dificultades en la crianza de un "niño difícil" pueden generar alteraciones en el vínculo con sus padres que exacerban las disfunciones de la conducta del niño. Las conductas negativas o desafiantes pueden conducir a un exceso de crítica o aislamiento por parte de los padres.

La adicción a drogas ha sido estudiada también desde el punto de vista genético. Investigaciones realizadas en niños adoptados, hijos de padres biológicos alcohólicos, determinaron que presentaban un mayor riesgo de desarrollar dependencia del alcohol. Los hijos de padres alcohólicos poseen un elevado riesgo de manifestar problemas conductuales, psicológicos, cognitivos, así como también desarrollar alteraciones por déficit neurofisiológicos.

A veces el problema es conocer si los hijos son consumidores de drogas. Para saberlo, hay síntomas que pueden indicar si las está usando:

*Aparecer y desaparecer en intervalos regulares sin razón aparente, presentando cambios del comportamiento.

*Disminuir paulatinamente el rendimiento escolar.

*Incumplir los deberes y obligaciones, alterando la disciplina del núcleo familiar.

*Presentar cambios de carácter y violentas crisis de mal humor.

*Robar dinero u objetos en el colegio y el hogar.

*Pedir dinero prestado frecuentemente.

*Cambiar el grupo habitual de amigos.

*Tener cápsulas, tabletas u otras sustancias no indicadas por el médico.

*Usar un lenguaje extraño, que pudiera ser propio de ese mundo.

*Gastar demasiado dinero sin explicación aparente.

También hay síntomas físicos evidentes del consumidor de drogas:

Confusión, crisis de miedo, mal aliento, excesiva expectoración, necesidad imperiosa de consumir dulces, desorientación, congestión de nariz, ojos y garganta, hablar mucho, temblores, etc.

¿Qué hacer si mi hijo consume drogas?

¡No se deje arrastrar por el pánico¡ Y no se culpe. Ahora lo importante es mantener la calma, descubrir lo que está sucediendo y obtener la ayuda que necesita para detenerlo. Incluso cuando los signos son evidentes, lo que habitualmente se produce cuando el niño o el joven las toma, es que los padres no quieran admitir que su hijo pueda tener algún problema. La cólera, el resentimiento, la culpa y el sentimiento de fracaso como padres son algunas de las reacciones comunes.

Si su hijo consume drogas, es importante que evite culparse a sí mismo del problema y que obtenga la ayuda necesaria para que deje de hacerlo. No se enfrente a su hijo sometido en ese momento a la influencia del alcohol o las drogas, espere a que esté sobrio, después analice con él sus sospechas con calma y objetividad. No es fácil, si necesita tranquilizarse, de primero un paseo y luego comience la conversación.

Hable con su hijo sobre las drogas y establezca normas familiares. Es extremadamente importante que el mandato de "no a las drogas" quede establecido claramente, comprobando que lo ha comunicado claramente. Ante una violación de las reglas, imponga y mantenga las normas disciplinarias decididas por la familia. No ceda ante la promesa de su hijo de que no volverá a hacerlo.

Si su hijo ha desarrollado pautas de uso de drogas, o incluso ha llegado al punto del abuso de ellas, probablemente usted necesitará ayuda especializada para intervenir.

De entrada debe comunicarlo a su pediatra, por ser éste el profesional más cercano al niño y/o adolescente. El pediatra evaluará la situación y buscará asistencia con el psiquiatra infantil, psicólogo infantil o el terapeuta conductual infantil, según el caso.No dude en buscar ayuda y no se avergüence de ello.

Para concluir he aquí 10 pasos para ayudar a su hijo a decir NO a las drogas:

1 - Hable con sus hijos acerca del alcohol y otras drogas.

2 - Escuche realmente a sus hijos.

3 - Ayude a sus hijos a sentirse bien consigo mismo.

4 - Ayude a sus hijos a desarrollar valores firmes y adecuados.

5 - Sea un buen ejemplo para ellos.

6 - Ayude a sus hijos a afrontar la presión de sus compañeros.

7 - Establezca normas dentro de la familia sobre las drogas y el alcohol.

8 - Fomente las actividades sanas, deportivas y recreativas.

9 - Agrúpese con otros padres.

10- Solicite ayuda si tiene algún problema relacionado con el alcohol o las drogas.


Dr Eduardo Hernández González
Pediatra y Psicoterapeuta Conductual Infantil
Venezuela

Como hablar a los niños del divorcio


Como hablar a los niños del divorcio

Hablar con los hijos para comunicar la decisión de la separación es uno de las situaciones más difíciles para los padres en este proceso. Aunque siempre es un evento doloroso, tener en cuenta algunos aspectos puede hacer más llevadero este momento. Es preferible que ambos padres estén juntos en esta oportunidad, pero si esto no es posible, es igualmente importante mostrarse abierto y comprensivo con los hijos.

-Planee una reunión con la clara intención de crear una atmósfera de comunicación y comprensión

-Ponga un poco de voluntad para entender a la otra persona hacer más fácil la situación

-No use este momento para discutir y pelear y hacer reclamos

-Cuénteles sobre los planes de separación. No es necesario dar todos los detalles, muéstrele que algunas cosas se irán resolviendo en el camino

-Los hijos deben sentir que pueden preguntar lo que deseen y saber que sus padres responderán con tanta honestidad como les sea posible

-Explíqueles por qué está ocurriendo la separación, no hay que decirlo todo, pero si dar información sencilla y veraz que pueda ser comprendida por el niño de acuerdo a la edad en la que se encuentre

Los niños, especialmente los pequeños, necesitarán saber con precisión lo que harán, cuando verán al padre que no tiene la custodia, en que casa dormirán, etc. Con ellos, seguramente será preciso explicarles varias veces. Por esta razón, una vez tomada la decisión, formalice y aclare con la otra persona los términos de la separación, para evitar alargar penosamente esta situación.

De otro lado, es necesario dar a los niños toda la seguridad económica que sea posible. Estos no deben asumir ninguna posición con respecto al manejo que sus padres hacen del dinero, aun si tienen que ver con la atención a sus necesidades.

Trate de estar tranquilo cuando se reúna con su pareja, especialmente si están en presencia de los niños. Actitudes como amenazar al otro, herirse verbalmente o romper en llanto descontroladamente, crean confusión y temor en los menores. Actuar de este modo puede impactar al niño de forma importante y generar dificultades mas tarde en su comportamiento. Poner un poco de esfuerzo para tener una actitud comprensiva, aunque se tengan muchos reclamos y haya aspectos sin resolver, es la manera mas racional de asumir todo lo que conlleva este proceso. Entender a la otra persona no significa que se este cediendo al otro todos los derechos, sino que se está en el propósito de facilitar el manejo de las situaciones que se van presentando.

En consecuencia, es necesario asumir la realidad con calma y transmitirle a los hijos el mensaje que aunque este evento resulte especialmente difícil los adultos estarán a cargo de ella. El seguirá contando con el apoyo, el afecto y el cuidado de sus padres aunque estos ya no estén juntos.



Por: María Elena López

Divorcio, Sicología, Niños

Cómo explicar la muerte a los pequeños

Cómo explicar la muerte a los pequeños

Los niños tienen consciencia de la muerte mucho antes de que nos demos cuenta. Casi todos los días ellos asisten situaciones de muerte en los telediarios, periódicos, videojuegos, dibujos animados. La muerte está presente en los cuentos de princesas, de hadas, etc. La muerte es parte de la vida cotidiana. Si les permitimos a los niños hablar con nosotros sobre la muerte, estaremos brindándoles con la información que necesitan.

Podemos hablar acerca de todo con los niños. Y ¿por qué no de la muerte? Los niños perciben todo, incluso cuando eludimos hablar de un asunto que nos afecta o que no sabemos cómo plantearlo. Algunos padres prefieren no hablar de estos temas para proteger a sus hijos de las preocupaciones o posibles malos tragos. Tampoco es prudente que se diga todo a los niños. Posiblemente no entiendan o no quieran saber. Para los temas delicados, tenemos que encontrar un equilibrio entre eludir y confrontar una información:
- Estar siempre abiertos a los intentos de comunicación de los niños;
- Escuchar, comprender y respetar los sentimientos de los niños
- Dar explicaciones sinceras, con sentimientos, breves y fáciles de entender
- Dar respuestas en un lenguaje sencillo y adecuado para la edad del niño
- Observar si el niño entendió la explicación y no dejarlo con dudas

Los estudios revelan que los niños atraviesan una serie de etapas en su entendimiento de la muerte. Los preescolares normalmente entienden la muerte como algo reversible, temporal e impersonal, como ocurre en los dibujos animados, por ejemplo. Entre los cinco y los nueve años de edad, la mayoría de los niños comienzan a darse cuenta de que la muerte es algo definitivo y que todos acabamos muriendo, aunque abrigan la idea de que, de algún modo, podemos escapar de ella por medio de nuestro propio ingenio. A estas edades, los niños asocian la muerte con un esqueleto o con un ángel, y algunos de ellos llegan a sufrir pesadillas. A partir de los nueve o diez años de edad y durante la adolescencia, los niños empiezan a entender plenamente que la muerte es irreversible, y empiezan a elaborar ideas filosóficas acerca de la vida y la muerte.

Cómo explicar la muerte a los pequeños

El doctor Earl A.Grollman, en su libro Explaining Death to Children dice que la muerte se puede explicar mejor con términos muy sencillos. Según él, se debe explicar a los niños que cuando las personas se mueren ya no respiran, no comen, no hablan, no piensan y no sienten. Son como perros muertos que dejan de ladrar y correr, o como las flores muertas que ya no crecen ni florecen.

El libro también enseña que las ideas equivocadas de los niños acerca de la muerte pueden dar lugar a problemas. Algunos niños confunden la muerte con el sueño, especialmente si escuchan a un adulto que se refiere a la muerte empleando uno de los muchos eufemismos como "el descanso eterno", etc. Como resultado de la confusión, el niño puede empezar a tener miedo a dormir. Lo mismo puede ocurrir si el niño escucha que alguien se ha muerto a causa de una enfermedad. Los preescolares no saben distinguir entre una enfermedad grave o un simple constipado.

Cuando se muere alguien cercano a la familia, todos necesitan tiempo para asimilar la pérdida, incluso los niños pequeños. Aunque no entiendan el sentido pleno de la muerte, se dan cuenta de que algo serio está ocurriendo. Si mostramos abiertamente nuestro dolor, llanto y tristeza a los niños, sin expresar debilidad, ellos entenderán que la muerte es una pérdida que se siente profundamente y que es un proceso por el que todos tenemos que pasar. Es importante ayudar a los niños a entender la pérdida y el dolor, y compartir sentimiento con ellos. Nuestros propios sentimiento y actitudes sobre la muerte y pérdida de seres queridos se transmiten al niño, intentemos o no camuflar nuestros verdaderos sentimientos. La forma en que hablamos y compartimos nuestras experiencias con el niño puede ser lo que más recuerde.

Fuente consultada:
- Caring About Kids: Talking to Children about Death, elaborado por el Instituto Nacional de Salud Mental.
- NIH (National Institutes of Health).

Roles en la pareja

Roles en la pareja

Cada miembro de la pareja debe evaluar los roles y expectativas que tiene frente a su cónyuge y ajustarlos a las necesidades reales de la pareja.

Valentín Araya

Los roles y funciones que se le adjudican a los hombres y a las mujeres, dentro del matrimonio, se aprenden en el hogar de origen y en el contexto cultural en que crecimos. Tanto el hombre como la mujer pueden llegar al matrimonio con expectativas preestablecidas de lo que será su rol como cónyuge y con los hijos. Por tanto, es muy importante confrontar estas expectativas con su pareja, puesto que la falta de congruencia en este punto puede causar conflictos en el matrimonio.

Lo primero que habría que decirse aquí es que no hay papeles predeterminados para el esposo y la esposa dentro de la vida matrimonial.

Cada miembro de la pareja debe evaluar los roles y expectativas que tiene frente a su cónyuge y ajustarlos a las necesidades reales de la pareja.

Tradicionalmente, y sobre todo en nuestra mentalidad latina, el hombre se definió como el proveedor de todo lo necesario y la mujer como la que se quedaba en casa, encargada del cuidado de los hijos y de las mil tareas domésticas. Como consecuencia, el hombre aprendía que no tenía responsabilidades en los oficios domésticos ni en el cuidado de sus hijos, pues esas eran “cosas de mujeres”. La mujer por su parte, aceptaba además que ella era la que debía atender al esposo.

Eso fomentaba una división muy drástica entre las actividades masculinas y femeninas dentro de la relación matrimonial y traían un desbalance poco sano al matrimonio.

En algunos hogares latinos, aún en épocas actuales, la mujer tiene que trabajar muchas horas, sin goce de salario, sin derechos y sin ese “tiempo personal” para recargar sus baterías. Todavía hay quienes no consideran el trabajo doméstico como propiamente un trabajo, sino como una “obligación” que tiene la esposa en el matrimonio.

Hoy en día, por el contrario, la sociedad reconoce que el hombre y la mujer participan por igual en el campo laboral fuera de casa y el trabajo doméstico, aunque no es siempre remunerado, es visto como un verdadero trabajo. Así mimo, los hombres están tomando conciencia de que también ellos deben participar por igual en los oficios domésticos, tradicionalmente asignados a las mujeres.

El matrimonio es como un regalo que tanto el esposo como la esposa reciben. En ese regalo vienen ciertos privilegios y derechos, pero también vienen ciertas responsabilidades, obligaciones y tareas y no hay manuales que especifiquen cuáles tareas debe hacer el hombre y cuáles la mujer.

El que la mujer esté naturalmente mejor dotada para realizar ciertas tareas en el hogar, no impide que el hombre pueda aprender a hacerlas. El hogar, el matrimonio y los hijos no son sólo de uno, sino de los dos. Cada miembro de la pareja debe evaluar los roles y expectativas que tiene frente a su cónyuge y ajustarlos a las necesidades reales de la pareja. Comunicación clara y precisa es siempre una herramienta importantísima en este proceso.

Papá y mamá juntos para criar a los hijos, aunque estén separados.


Papá y mamá juntos para criar a los hijos, aunque estén separados.

La familia es la más importante instancia de soporte social para los individuos a lo largo de toda su vida: se nace en una familia, se construye la propia familia y se muere en ella. Su núcleo está ocupado por la pareja parental. Son ellos, los padres (o tutores) quienes transmiten a los niños las primeras informaciones, se les enseña, aprenden conductas sobre lo que está bien o no, les transmiten significados a cerca de la percepción de la realidad, construyendo asi sus contextos mas significativos iniciales. Inserta en la red social mas amplia es la portadora de un sistema de ideas y de creencias que filtra a través de su propio dinamismo, sus mitos y costumbres. Las influencias familiares son las más predominantes e importantes, tanto en la educación del ser que se va formando como en la inducción de trastornos psicológicos.

Son ejemplos: en las familias donde la madre es el centro, llevan el control de casi todo y toman las decisiones a cerca de las vidas de sus hijos, el riesgo que corren estos hijos es perder su independencia, por el control ejercido sobre ellos, siendo incapaces de elegir o decidir sin la autorización materna. Este modelo luego lo repetirán en sus hogares cuando formen una familia. También es posible que niños y niñas sufran distorciones en su desarrollo psicosexual cuando la figura predominante es la madre y el padre es débil e ineficiente. Un niño varón puede no identificarse con el padre y caer en una identificación femenina.

En aquellas familias patriarcales, que a propósito constituye la estructura familiar básica de todas las sociedades modernas y que se caracteriza por la autoridad del hombre sobre las mujeres y sus hijos, el grado de exigencias es muy alto y el nivel de aspiraciones rígido, especialmente sobre los hijos varones. Este nivel de aspiraciones puede resultar para el hijo un foco de angustia que dificultará la adaptación, bloqueará el rendimiento y afectará la estructuración del yo. Cuando la meta se enfoca en conseguir que los hijos "triunfen", obtener dichos objetivos se convierte en una tortura psicológica.

Entonces, tan importante es la transmisión de valores y de normas a los hijos en el seno familiar, de una manera armoniosa, coherente y conjunta. Pero además es fundamental que esas normas indicadas por ambos padres no sean contradictorias, opuestas, y mucho menos que no existan entre ellos actitudes o acciones mutuamente descalificadoras. En el caso de padres separados esto es mucho más difícil y complejo, pero lo que hay que recalcar aquí es la importancia del diálogo, de la comunicación entre ellos, de las relaciones positivas y en la medida de lo posible poder llegar a acuerdos.

En toda familia hace falta un armonioso y complementario criterio de autoridad entre y desde los padres hacia sus hijos. Aunque sea común que sea el padre quien indique las normas o ponga los límites en la casa, esa función puede y "debe ser ejercida" también por la madre (así como sucede en muchas familias en la actualidad). Así se construirá una sana coherencia familiar y también se marcará una necesaria asimetría entre hijos y padres que deben cumplir con su función parental, sin desdibujarse como amigos o aún peor, sin generar una inversión de roles.

Cómo hacer tiempo para compartir con la familia


Cómo hacer tiempo para compartir con la familia


Hoy, las horas parecieran ser más cortas que antes. Ni bien comenzamos el día, sentimos que el tiempo pasa a una velocidad estrepitosa, y que nunca nos alcanza para hacer todo lo que quisiéramos, ni lo que necesitamos o debemos hacer.
Y, claro, debido a ello solemos priorizar los pendientes y las tareas, restando el tiempo de convivencia familiar. Y esto no es ni adecuado ni conveniente, en particular cuando tenemos hijos pequeños que requieren de nuestra presencia, y que necesitan imperiosamente nuestra compañía.

Pero hay algunas cosas que podemos hacer para compartir tiempo con la familia, y volver a pasar buenos momentos con ellos sin dejar tareas pendientes. Se trata de dar un orden a nuestras labores, de asignarles prioridades, y de estructurar un poco nuestro tiempo, para hacerlo rendir al máximo posible.

Ya que no podemos ampliar las horas del día, debemos saber aprovecharlas. Aunque podamos hacer tareas múltiples, dedicando el tiempo a más de una actividad a la vez, debe tratarse de actividades compatibles. El tiempo compartido con nuestros hijos debe ser tiempo de calidad, en el que podamos dedicarles nuestra atención, podamos conversar y escucharlos con atención, sin restar importancia a sus opiniones e intereses. Es decir, por ejemplo, podemos realizar alguna tarea manual sencilla mientras dialogamos con nuestros hijos, siempre y cuando nuestro foco de atención permanezca con ellos.

Podemos dedicar tiempo para compartir con la familia si les damos al menos una tarde, o algunas horas a la semana, de manera exclusiva. Organiza tus tareas, elimina los pendientesy urgentes de tu lista de labores, y reserva este tiempo nada más que para tus hijos y tu pareja. Pueden jugar juegos de mesa, tomar buenas rondas de mate, dialogar o realizar alguna tarea en conjunto, demostrando un genuino interés por compartir con quienes más amas.

Si el reloj no te da pausa, intenta incluir a tus hijos en tus actividades diarias. Por ejemplo, pídeles que te acompañen a hacer las compras, y así van a poder compartir recorriendo las góndolas. En el viaje a la escuela o a la guardería, aprovecha para compartir con ellos: que no se trate solamente de lo malo que es el tránsito ese día y de todo lo que tienes por hacer en la jornada. En lugar de ello, aprovechen para charlar, cantar juntos, o jugar juegos de carretera simples.

Lo importante es aprovechar cada momento que puedas, y dedicar tu atención en ello. Además de marcar de manera significativa los buenos recuerdos de tus hijos, esto te va a permitir tomar un respiro de las obligaciones laborales y personales ajenas a la familia.


El lenguaje es el medio más importante que utiliza el bebé cuando quiere relacionarse con su alrededor. Ya hacia los nueve meses, el niño sabe si sus padres están enfadados, contentos o si le muestran afecto o no. El aprendizaje del lenguaje es muy importante para la posterior comunicación en la familia. Los gestos, las miradas, la expresión de la cara, son elementos que pueden ayudar a manifestar las actitudes, los sentimientos, las motivaciones que favorecen un clima familiar acogedor.

Lenguajes verbal y gestual

Desde el momento en que nace, el bebé es capaz de captar la intensidad del afecto, es capaz de notar si se le abraza o si se le sostiene sin más…Es capaz de valorar la mirada de un adulto… Esto también pasa con las personas adultas y entre los miembros de una familia. Hay mil maneras de utilizar el lenguaje pero todas ellas tienen un mismo fin: la comunicación.

El lenguaje es social y está limitado por los conocimientos de cada uno. Los símbolos son personales e inagotables y la posibilidad de combinar ambos lenguajes (verbal y gestual) implica comunicación. ¿Qué mejor que usarla en familia?

La comunicación se basa en los sentimientos, información tanto objetiva como subjetiva que transmitimos, recibimos y comprendemos. Nos sirve para establecer contacto con las personas cercanas a nuestro entorno, con la familia, para expresar y comprender lo que pensamos y lo que escuchamos, para unirnos, vincularnos por el afecto.

Cuando existe comunicación en una familia, es muy probable que exista un compañerismo, complicidad y un buen ambiente de unión y afecto en la casa. Sin embargo, crear este clima y este ambiente de comunicación en la familia no resulta fácil. Es importante que ayudes a tus hijos a favorecer este clima; es decir, hay que introducir elementos y costumbres que favorezcan el buen ambiente en la familia.

Consejos para mejorar la comunicación en la familia (padres e hijos)

  • Si vas a dar información, intenta que sea siempre de una manera positiva. No intentes imponerte y ofrécele conocimientos a modo de simple información.
  • Haz caso de la regla de “lo que se dice, se cumple” y haz que tus hijos la cumplan también.
  • Empatizad ambos y poneos en el lugar del otro para intentar comprenderos.
  • No des mensajes contradictorios e intenta que sean consistentes.
  • Escúchale con interés y haz que tus hijos también te escuchen pero no te impongas bruscamente.
  • Crea un clima en casa que facilite la comunicación en todo lo posible.
  • Pide la opinión y el parecer de los demás para que se sientan importantes. Muéstrales que de verdad te interesa su opinión.
  • Compartid y expresad vuestros sentimientos, para que os podáis ayudar mutuamente.
  • Si queréis algo, pedidlo claramente, sin rodeos y sin que dé la sensación de que estáis escondiendo algo.