REFLEXIONES SOBRE EDUCACIÓN por Ernesto

sábado, diciembre 11, 2010


El lenguaje es el medio más importante que utiliza el bebé cuando quiere relacionarse con su alrededor. Ya hacia los nueve meses, el niño sabe si sus padres están enfadados, contentos o si le muestran afecto o no. El aprendizaje del lenguaje es muy importante para la posterior comunicación en la familia. Los gestos, las miradas, la expresión de la cara, son elementos que pueden ayudar a manifestar las actitudes, los sentimientos, las motivaciones que favorecen un clima familiar acogedor.

Lenguajes verbal y gestual

Desde el momento en que nace, el bebé es capaz de captar la intensidad del afecto, es capaz de notar si se le abraza o si se le sostiene sin más…Es capaz de valorar la mirada de un adulto… Esto también pasa con las personas adultas y entre los miembros de una familia. Hay mil maneras de utilizar el lenguaje pero todas ellas tienen un mismo fin: la comunicación.

El lenguaje es social y está limitado por los conocimientos de cada uno. Los símbolos son personales e inagotables y la posibilidad de combinar ambos lenguajes (verbal y gestual) implica comunicación. ¿Qué mejor que usarla en familia?

La comunicación se basa en los sentimientos, información tanto objetiva como subjetiva que transmitimos, recibimos y comprendemos. Nos sirve para establecer contacto con las personas cercanas a nuestro entorno, con la familia, para expresar y comprender lo que pensamos y lo que escuchamos, para unirnos, vincularnos por el afecto.

Cuando existe comunicación en una familia, es muy probable que exista un compañerismo, complicidad y un buen ambiente de unión y afecto en la casa. Sin embargo, crear este clima y este ambiente de comunicación en la familia no resulta fácil. Es importante que ayudes a tus hijos a favorecer este clima; es decir, hay que introducir elementos y costumbres que favorezcan el buen ambiente en la familia.

Consejos para mejorar la comunicación en la familia (padres e hijos)

  • Si vas a dar información, intenta que sea siempre de una manera positiva. No intentes imponerte y ofrécele conocimientos a modo de simple información.
  • Haz caso de la regla de “lo que se dice, se cumple” y haz que tus hijos la cumplan también.
  • Empatizad ambos y poneos en el lugar del otro para intentar comprenderos.
  • No des mensajes contradictorios e intenta que sean consistentes.
  • Escúchale con interés y haz que tus hijos también te escuchen pero no te impongas bruscamente.
  • Crea un clima en casa que facilite la comunicación en todo lo posible.
  • Pide la opinión y el parecer de los demás para que se sientan importantes. Muéstrales que de verdad te interesa su opinión.
  • Compartid y expresad vuestros sentimientos, para que os podáis ayudar mutuamente.
  • Si queréis algo, pedidlo claramente, sin rodeos y sin que dé la sensación de que estáis escondiendo algo.