REFLEXIONES SOBRE EDUCACIÓN por Ernesto

sábado, diciembre 11, 2010

Papá y mamá juntos para criar a los hijos, aunque estén separados.


Papá y mamá juntos para criar a los hijos, aunque estén separados.

La familia es la más importante instancia de soporte social para los individuos a lo largo de toda su vida: se nace en una familia, se construye la propia familia y se muere en ella. Su núcleo está ocupado por la pareja parental. Son ellos, los padres (o tutores) quienes transmiten a los niños las primeras informaciones, se les enseña, aprenden conductas sobre lo que está bien o no, les transmiten significados a cerca de la percepción de la realidad, construyendo asi sus contextos mas significativos iniciales. Inserta en la red social mas amplia es la portadora de un sistema de ideas y de creencias que filtra a través de su propio dinamismo, sus mitos y costumbres. Las influencias familiares son las más predominantes e importantes, tanto en la educación del ser que se va formando como en la inducción de trastornos psicológicos.

Son ejemplos: en las familias donde la madre es el centro, llevan el control de casi todo y toman las decisiones a cerca de las vidas de sus hijos, el riesgo que corren estos hijos es perder su independencia, por el control ejercido sobre ellos, siendo incapaces de elegir o decidir sin la autorización materna. Este modelo luego lo repetirán en sus hogares cuando formen una familia. También es posible que niños y niñas sufran distorciones en su desarrollo psicosexual cuando la figura predominante es la madre y el padre es débil e ineficiente. Un niño varón puede no identificarse con el padre y caer en una identificación femenina.

En aquellas familias patriarcales, que a propósito constituye la estructura familiar básica de todas las sociedades modernas y que se caracteriza por la autoridad del hombre sobre las mujeres y sus hijos, el grado de exigencias es muy alto y el nivel de aspiraciones rígido, especialmente sobre los hijos varones. Este nivel de aspiraciones puede resultar para el hijo un foco de angustia que dificultará la adaptación, bloqueará el rendimiento y afectará la estructuración del yo. Cuando la meta se enfoca en conseguir que los hijos "triunfen", obtener dichos objetivos se convierte en una tortura psicológica.

Entonces, tan importante es la transmisión de valores y de normas a los hijos en el seno familiar, de una manera armoniosa, coherente y conjunta. Pero además es fundamental que esas normas indicadas por ambos padres no sean contradictorias, opuestas, y mucho menos que no existan entre ellos actitudes o acciones mutuamente descalificadoras. En el caso de padres separados esto es mucho más difícil y complejo, pero lo que hay que recalcar aquí es la importancia del diálogo, de la comunicación entre ellos, de las relaciones positivas y en la medida de lo posible poder llegar a acuerdos.

En toda familia hace falta un armonioso y complementario criterio de autoridad entre y desde los padres hacia sus hijos. Aunque sea común que sea el padre quien indique las normas o ponga los límites en la casa, esa función puede y "debe ser ejercida" también por la madre (así como sucede en muchas familias en la actualidad). Así se construirá una sana coherencia familiar y también se marcará una necesaria asimetría entre hijos y padres que deben cumplir con su función parental, sin desdibujarse como amigos o aún peor, sin generar una inversión de roles.