REFLEXIONES SOBRE EDUCACIÓN por Ernesto

martes, diciembre 19, 2006

pensar
Los sentimientos son importantes, y muy humanos. El peligro que hoy tenemos respecto de ellos es un exceso en esta valoración positiva, el cual conduce a otorgarles la dirección de la conducta, tomarlos como criterio para la acción y buscarlos como fines en sí mismos: esto se llama sentimentalismo, y es hoy corrientísimo, sobre todo en lo referente al amor.
Mostrar el amor abiertamente y enseñar a los hijos a mostrar el cariño. Abrazar, decir “te quiero”, etc. El padre tampoco ha de tener miedo de abrazar y decirle a sus hijos, tanto niñas como niños, palabras de ternura y cariño.
Ver álbumes de fotos y contar anécdotas de la infancia de los padres, de los abuelos, u otros familiares, les ayudará a insertarse dentro de una familia, lo que proporciona seguridad y estabilidad de ánimo.
Procurar en los hijos el hábito de agradecer, perdonar y pedir perdón, intentando que no se quede en un tratamiento meramente formal, en palabras huecas, sino que agradezcan de verdad y lo sientan cuando han de rectificar.
No se quiere a las amigas y amigos por intereses personales (porque siempre tiene chucherías o por su balón de fútbol), se les quieres porque son nuestros amigos. Hay que ayudar a los hijos a que conozcan y traten mejor a sus amigos. Sugerirles iniciativas como pedir teléfonos, que inviten a sus amigos a casa y facilitarles que puedan visitar a compañeros enfermos.
y actuar
Una forma sencilla de compartir alegrías y resaltar lo positivo consiste en fomentar celebraciones en familia. Una superación en las notas, un arreglo terminado, un éxito profesional. No es un premio, simplemente estamos alegres y lo celebramos. Y no planteamos grandes montajes, de ordinario será un detalle sencillo pero especial; unos helados, un plan especial, un rato de diversión en familia, etc.